viernes, 10 de diciembre de 2010

Dar sin pedir nada a cambio es un regalo

A un amigo mío llamado David, su hermano le dio un automóvil como regalo.
Un día, cuando David salió de su oficina, un niño de la calle estaba caminando alrededor del brillante coche nuevo admirándolo.
- Señor, ¿éste es su coche?-pregunto.
David afirmó con la cabeza. Mi hermano me lo regaló.
El niño estaba asombrado. “¿Quiére decir que su hermano se lo regaló y a usted no le costó nada? Vaya me gustaría...”, titubeó el niño.
Desde luego, David sabía lo que el niño iba a decir, que le gustaría tener un hermano así, pero lo que el muchacho realmente dijo estremeció a David de pies a cabeza:
- “Me gustaría -prosiguió el niño- poder ser un hermano así”.
David miró al niño con asombro, e impulsivamente añadió: - “¿Te gustaría dar una vuelta en mi auto?”.
- ¡Ah sí, eso me encantaría! Después de un corto paseo, el niño volteó y con los ojos chispeantes dijo: -“Señor... ¿No le importaría que pasáramos frente a mi casa?”.
David sonrió. Creía saber lo que el muchacho quería. Quería enseñar a sus vecinos que podía llegar a su casa en un gran automóvil, pero David estaba equivocado.
- “¿Se puede detener donde están esos dos escalones?” -pidió el niño.
Subió corriendo y en poco rato David oyó que regresaba, pero no venía rápido.
Llevaba consigo a su hermanito lisiado. Lo sentó en el primer escalón, entonces le sentó hacia el coche.
-¿Lo ves Juan? Allí está, tal como te lo dije, allí arriba. Su hermano se lo regaló y a él no le costó ni un centavo, y algún día yo te voy a regalar uno igualito... entonces podrás ver por ti mismo todas las cosas bonitas de los escaparates, de las que he estado tratando de contarte”.
David, bajó del coche y subió al muchacho enfermo al asiento delantero. El hermano mayor, con los ojos radiantes, se subió tras de él y los tres comenzaron un paseo memorable.
Ese día, David comprendió lo que significa el dicho popular:
“Hay más dicha en dar...”
Que tengas un excelente día y no olvides:
Dar vida a otras vidas...Dar esperanza...
Somos lo que pensamos. Somos lo que decidimos ser.
Decidamos ser hombres y mujeres de VALORES.
Nuestro entorno lo necesita desesperadamente ¡Ojalá que aprendamos la lección!
Comienza por dar así el cariño que requieren todas las personas que estimas. Si ves a alguien sin una sonrisa, dale una de las tuyas”.

sábado, 25 de septiembre de 2010

¿CUANTO CUESTA UN MILAGRO?

Una pequeña niña fue a su habitación y saco un frasco que estaba escondido en su closet. Esparció su contenido en el suelo y conto con cuidado tres veces, incluso. El total fue contado a la perfección. No había cabida a errores.
Con cuidado regreso las monedas al frasco y cerrando la tapa, ella salió sigilosamente por la puerta trasera y camino 6 cuadras hacia la farmacia de rexall, que tenía un gran signó de jefe indio sobre la puerta.
Ella espero pacientemente a que le farmacéutico le prestara atención, pero estaba muy ocupado por el momento.
Tere movió sus pies para rechinar sus zapatos… nada. Se aclaro la garganta lo más fuerte que pudo. No sirvió de nada, finalmente tomo 25 centavos del frasco y toco en el mostrador de cristal. Con eso fue suficiente!
“Y que es lo que quieres?”, le pregunto el farmacéutico con tono de disgusto en la voz. "Estoy hablando con mi hermano que viene de chicago, no lo había visto en años".
Ella “bueno quiero hablar contigo acerca de mi hermano”, Tere le contesto con el mismo tono de impaciencia. “El está realmente muy, muy enfermo… y quiero comprar un milagro”.
“¿Perdón?”, dijo el farmacéutico.
“Su nombre es Andrés y algo malo he estado creciendo en su cabeza y mi papi dice que solo un milagro puede salvarlo, ahora dime, cuánto cuesta un milagro”.
“Nosotros no vendemos milagros aquí, chiquita. Lo siento pero no puedo ayudarte”, dijo el farmacéutico, con voz suave.
“Oye, tengo dinero para pagarlo. Si no es suficiente, conseguiré lo que falte, solo dime cuánto cuesta”.
El hermano del farmacéutico, que era un hombre muy bien vestido, intervino y le pregunto a la niña, “¿qué clase de milagro necesita tu hermano?”.
“No sé, replico Tere, con los ojos muy abiertos. Yo solo sé que está muy enfermo y mi mami dice que necesita una operación… Pero mi papi no puede pagarla, por eso quiero usar mi dinero”.
“¿Cuánto tienes?”, le pregunto el hombre de chicago. “Un dólar once centavos”, contesto Tere, apenas audible.” Y ese es todo el dinero que tengo, pero puedo conseguir más si es necesario”.
“Bueno, que coincidencia”, sonrió el hombre.
“Un dólar y once centavos, el precio exacto de un milagro para los hermanitos”.
El tomo el dinero en sus manos y con la otra sostuvo su manita enguantada y dijo.”Llévame a dónde vives. Quiero ver a tu hermano y conocer a tus padres. Veamos si tengo el milagro que necesitas”.
Ese hombre bien vestido era el Dr. Carlton Armstrong, un cirujano especializado en neurocirugía. La operación fue totalmente gratis y sin cargo alguno por su estancia en el hospital, hasta que Andrés regreso sano a casa. Mami y papi comentaron felices de la cadena de eventos que les trajo todo esto.
“Esa cirugía”, susurraba su madre, “fue un milagro real. ¿Ya me imagino cuanto podría costar?”.
Tere sonrio. Ella sabia exactamente cuanto cuesta un milagro… un dólar con once centavos… mas la fe de una chiquilla. En nuestras vidas nunca sabemos cuantos milagros vamos a necesitar.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

EL BILLETE DE 100 DÓLARES

Un conferencista muy reconocido comienza su seminario teniendo muy en alto un billete de 100 dólares.

El le pregunta a la gente:
-“¿Quién quisiera tener este billete?”.

Las manos comienzan a levantarse, entonces dice:
“Voy a darle este billete de 100 dólares, pero antes déjenme hacer algo con el”.

El arruga entonces el billete con fuerza y pregunta:
-“¿Aun quieren este billete?”.

Las manos continúan levantadas.
“Bueno, de acuerdo, pero ¿Qué pasaría si hago esto?

El bota el billete arrugado al piso y salta con los dos pies juntos encima, espichándolo lo más posible y cubriéndolo con el polvo del piso.

Enseguida pregunta:
-“¿Quién quiere todavía este billete?”.
¡Evidentemente las manos continúan levantadas!

“Amigos míos, acaban de aprender una lección...poco importa lo que yo haga con el billete, siguen queriéndolo porque su valor no ha cambiado, cuesta todavía 100 dólares”.
“Piensen ahora en ustedes, en su vida. Muchas veces se sentirán arrugados, rechazados, ensuciados por la gente y los acontecimientos”.
Tendrán la impresión de no valer nada, ¡pero en realidad su valor no habrá cambiado a los ojos de la gente que los ama!
El valor de una persona no de pende de lo que uno ha hecho o no, ustedes podrán todos los días volver a empezar y lograr sus objetivos porque si valor intrínseco es siempre intacto.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

La duda lleva al ocaso

Un alpinista, desesperado por conquistar la cima de una montaña, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria únicamente para él, por lo tanto subió solo.

La noche cayó con gran pesadez en la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro cero visibilidad, la luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.

Al subir por un acantilado, a sólo uno pocos metros de la cima, resbaló y se desplomó por el aire, cayendo a velocidad vertiginosa. El alpinista, en la caída libre sintió la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.

Seguía cayendo... y en esos momentos angustiantes le pasaron por su mente todos los episodios gratos y no tan gratos de su vida. Pensaba en la cercanía de la muerte, pero de repente sintió el fortísimo tirón de la larga soga de seguridad que lo amarraba de la cintura a la roca de la montaña.

En ese momento de quietud, suspendido en el aire, el miedo le invadió y no le quedo más que gritar:

-¡AYUDAME DIOS MIO!
De pronto, una voz grave y profunda de los cielos le contesto:
-¿QUE QUIERES QUE HAGA?
-Sálvame Dios mío!
-¿REALMENTE CREES QUE YO TE PUEDO SALVAR?
-Prosupuesto señor
-ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE SOSTIENE...
Hubo un momento de silencio... pero el hombre con temor se aferro más a la cuerda.

Al otro día, cuenta el equipo de rescate, que encontraron a un alpinista colgando, muerto y congelado, con sus manos fuertemente agarradas a la cuerda....

A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO.

¿Y tú? ¿Que tan aferrado estás a tu cuerda? ¿Te soltarías?

sábado, 7 de agosto de 2010

¡CARAMBA...!

" Acepta el sufrimiento. Puede dilatar tucorazon y crear espacio a unamor y una alegria mas grande". Dios mio, Ayudame ha hacer todo lo que pueda para salir de mi capullode tristeza. Nunca me dejes olvidar que ha de llegar un dia mas luminosos.